Acuérdate del Alzheimer

¿Te acuerdas de qué se celebra el día 21 de Septiembre? Para muchas personas, recordar la fecha de su cumpleaños, si su casa está a la derecha o a la izquierda del semáforo, si alguna vez tuvieron hermanos o que el día 21 de Septiembre es el Día del Alzheimer ya no es posible.

No seremos incautos aquí, padecer la enfermedad de Alzheimer es algo más complejo que no recordar donde has dejado las llaves del coche, aunque por tarambana eso te pase todos los días. Así que aquí tienes algo de información que, con suerte, no olvidarás nunca.

El origen de todo

Auguste Deter. Quizá no te suene de nada, pero fue la primera paciente “diagnosticada” por el patólogo y psiquiatra Alois Alzheimer, a comienzos del siglo XX. La señora Deter sufría pérdida de memoria, desorientación, alucinaciones, y demencia. Es algo común entre los enfermos de Alzheimer, que pueden tener también problemas con el lenguaje, dificultad para realizar las tareas más simples y para tener pensamientos elaborados y cambios en el estado de ánimo y en la conducta.

Si eres de los que te gusta Anatomía de Grey, te diré además que su corteza cerebral, la parte más externa del cerebro, era más estrecha de lo normal y presentaba otras anomalías que a día de hoy siguen siendo claves para el diagnóstico de la enfermedad. Por si quieres dártelas de experto con los amigos, estas anomalías son principalmente dos: el depósito de proteína β-amiloide en lo que constituyen las placas seniles, que causa efectos tóxicos directos sobre las neuronas, y una mutación en la proteína τau que impide su función normal y forma agregados llamados ovillos neurofibrilares.

Mil, un millón…

Casi. 46 millones de personas en todo el mundo padecen Alzheimer. 1 de cada 10 personas mayores de 65 años. Un nuevo caso cada tres segundos. 1 de cada 2 personas afectada indirectamente por ella. Y para el año 2050, si aún no existe una cura efectiva, el número de personas afectadas será el triple.

¿Una cura efectiva?

Lamentablemente, los tratamientos farmacológicos que existen en la actualidad solo consiguen retrasar la evolución de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.

Y aunque somos farmacéuticos, no seremos escépticos. El tratamiento no farmacológico ha demostrado ser una herramienta muy efectiva contra la enfermedad. Que sí, que sí, que acabaste harto de que tu madre te lo dijera cuando tenías 5 años y de que tu médico te lo diga ahora que tienes 50, pero la dieta mediterránea y el ejercicio siguen siendo los principales factores protectores contra la mayoría de las enfermedades. Y si uno no quiere padecer Alzheimer, además de espinacas y pádel va a tener que darle a su cerebro algo más de estímulo. Aquel sudoku que eres incapaz de terminar, las 638 páginas que te quedan por leer de ese libro que empezaste hace 3 años y todos los lunes en el trabajo, sobre todo si estás empezando a tener canas, te mantienen “protegido” frente al desarrollo de una demencia. Y esto lo demuestran numerosos estudios. Así que anímate a esa partida de ajedrez con tu cuñado, aunque solo sea por el gustazo que te va a dar cuando le ganes.

El cuidador

A esta persona le dedicaremos un apartado completo. Porque es el segundo afectado por esta enfermedad. Porque cada nuevo caso que se diagnostica cambia la vida de una familia entera. Porque el Alzheimer es una enfermedad que puede alargarse hasta 15 años en los que la vigilancia, los cuidados y la paciencia van a tener que ser constantes. Y por los niveles de estrés y ansiedad que esto implica. Existen multitud de asociaciones que brindan apoyo y consejo al cuidador y le ofrecen una vía de escape a la sobrecarga que produce la enfermedad. Desde esta entrada, nuestro más humilde ¡Bravo!

Para terminar

La enfermedad de Alzheimer es una demencia que afecta directa e indirectamente a un gran número de personas alrededor del mundo. Aunque hace más de 100 años de su descubrimiento, no se conocen exactamente las causas que la producen ni existe un tratamiento efectivo. Una vida sana y las actividades intelectuales pueden evitar o retrasar su aparición.

Referencias

http://bvs.sld.cu/revistas/ibi/vol21_4_02/ibi06103.htm

http://www.alzfae.org/

https://fpmaragall.org/

http://www.ceafa.es/